Tristemente...o no

Una vez más llueve en Sevilla. Una vez más una Hermandad no puede salir a la calle. Una vez más el tiempo se impone al sentir confrade, alos sentimiento de los hermanaso de una hermandad que quieren llevar a su Titula a la S.I Catedral, en este caso, a realizar el Viacrucis de las Hermandades. Desde 1.986 no ocurría esto. Últimamente parece estar de moda.

Una vez más, estaremos pendientes de las predicciones meteorológicas, una vez más no sabremos lo que nos depara la Semana Mayor.

Da igual que la Semana Santa sea en Marzo o en Abril, en los últimos años, es llegar Cuaresma y los días se tornan grises y fríos. Empezamos entonces a preguntarnos: ¿disfrutaremos de una Semana Santa tranquila? ¿ tendremos a todas las Hermandades en la calle? ¿podrán los peques repartir sus caramelos y estampitas? ¿podrán las niñas vestirse con sus trajes nuevos color pastel el Domingo de Ramos? ¿ tendrán las mamás que ponerles los plásticos a los carritos de los niños? (no olvidemos que, así truene, ellas siempre están en la primera fila "bulleril") ¿lucirá el sol?...

¡Que más da! Sevilla es mágica y siempre nos prepara alguna sorpresa así, si llueve, podrá encontrarse La Macarena con La Esperanza de Triana en la Catedral, la carrera oficial se abrirá el Martes Santo con la Hermandad del Dulce Nombre, La Candelaria seguirá los pasos de La Virgen de los Desamparados (Galiano tras Galiano) o La Esperanza de Triana dirá, a golpe de corneta y tambor, que hay Madrugá. Porque Sevilla es mágica.

A todos nos gusta que luzca el sol y que todas las hermandades puedan realizar su estación de penitencia pero aún no controlamos el tiempo (que se lo digan al Hermano Mayor del Cachorro) así que, lo mejor, es dejarse sorprender.